lunes, 5 de julio de 2010

T.N.T en Sevilla.

Sevilla,26 de junio del 2010. Tras una larga noche en que las huestes del noreste y nuestros aliados del Bierzo presentamos nuestras credenciales en los bares Sevillanos primero y en los pasillos y habitaciones del hotel después,nos levantamos resacosos pero ilusionados con lo que el dia habia de depararnos. Tras desayunar unos bloody Mary's y unas cuantas birras para asombro y regocijo de las modelo-camareras del Meliá Lebreros,iniciamos un vermuteo que desembocaria en un entrecot a la brasa en un afamado restaurante heliopolitano. El servicio,a cuenta de un camarero de rostro hormigonado dejó mucho que desear,pero la comida estaba muy buena. Por suerte para él,no faltó el vino,pues no quiero ni pensar lo que hubiera pasado si nos deja sin hidratante. Nosotros lo sabiamos,pero el lo ignoró en todo momento. Quizá por eso sigue con vida.
Tras regresar al hotel y tapizarnos con nuestras camisetas del Higway to Hell,procedimos a tomar tres taxis que nos llevaran a La Cartuja. Fuimos arribando de forma escalonada,teniendo que pagar tres euros a aquellos taxistas a los que por el simple hecho de transportarnos amaremos para siempre. Hacia calor,mucha. Demasiada para tanta camiseta negra.
El ambiente en el exterior es extraordinario: gritos,risas,canciones a tope,maleteros abiertos,neveras perdiendo su lucha contra el sol,micciones anónimas y humo de contrabando. En puestos alternativos venden cervezas desconocidas y bocadillos de relleno sospechoso. Pero todo da igual. Los fans de AC/DC se lo pasan bien y quieren que todos se lo pasen bien,y lo consiguen. No hay malos rollos.
Birra a birra nos acercamos al primer punto de control. Hasta el segurata es majo. Gracias a Patxi piensa que somos de Bilbao. Cuando le explicamos que somos de Teruel,que Patxi es navarro y que además se llama Javier, no entiende nada,pero nos deja pasar entre mutuas risas.
Entramos en el estadio olímpico por la rampa del tunel,saboreando la gloria del triunfo como un corredor de maratón. Nos hacemos mil fotos,nos fumamos mil cigarros.
Dentro del anillo hay un mínimo de diez barras donde dispensan combustible en forma de cerveza,y también pululan cientos de mochilas-man con cerveza portátil,y también hay puestos de perritos calientes ¡y wáteres de plástico!.Nos llevamos las manos a la cabeza,reimos,nos abrazamos,cantamos el T.N.T.,saltamos,bailamos y nos volvemos a inmortalizar para siempre.
Nos situamos estratégicamente en un lugar en el que podemos (aunque parezca imposible) gritar,bailar,saltar,beber,sudar y tocar nuestra imaginaria guitarra,que todos hemos traido la nuestra. Alejandro,Pele y Bilu se situan estratégicamente en la grada,lástima que no puedan estar en la pista con nosotros.
Compramos mucha,mucha cerveza. Nos la sirve un chaval con la camiseta de los Spurs,sin saber que lo vamos a querer el resto de nuestra vida,mientras suenan Los Perros del Boogie. No lo hacen mal,pero no hemos venido a verlos a ellos.
Poco a poco el estadio se llena,y al tiempo que desaparece la luz solar,miles y miles de luciérnagas rojas en forma de cuernos satánicos ( a 5 € cada uno )centellean por todas partes.
Se apagan las luces. Empieza el video animado que da comienzo al concierto. Todos empujamos,anhelantes,tanto que creo que hemos movido el estadio diez metros hacia adelante. De pronto,la locomotora estalla,de igual forma que el Rock'n'roll Train nos descarrila en toda la jeta. Apretamos los dientes,saltamos,gritamos y alzamos las manos. Creo haber estado dos minutos sin tocar el suelo.


Suena una canción tras otra,todas ya eternas para siempre,a cual mejor,a cual más increible.Suena Thunderstruck. Navarrete acompaña a Malcolm con su riff imaginario,Diego me abraza,yo abrazo a Sergio, Patxi grita ¡aaahhhaaaaahhh,Thunder! y Carlicos Lis se hace un llama-cuelga a sí mismo mientras intenta en vano aterrizar de nuevo en el suelo.
Nos electrocutan con Shot down in flames,con Hells Bells,Dirty deeds done dirt cheap,T.N.T. y tocan ¡High voltage!.Sergio y yo casi lloramos de la emoción,mientras nos quedamos sin voz destrozando el estribillo.
Estos tios no paran,no nos dan respiro.Estan ya mayores,pero tan eléctricos como siempre. Suena The jack y Angus hace su streptease mientras miles de chicas le muestran el sujetador,recordándonos a todos lo maravilloso que es el rock.
Cómo suenan,Dios mio. ¡Atiende Carlicos,que suena el You shook me all night long!¡Chorrazo!.


Me duele la garganta de gritar y cantar,ya no me queda voz,pero no paro de intentarlo. Whole lotta rosie,y después Let There Be rock. Nos volvemos a llevar las manos a la cabeza y volvemos a comprar mucha,mucha cerveza. Angus se gusta tocando solos y punteos a una mano ¡que cabronazo!.Navarrete me mira estupefacto,alucinado de lo que está viviendo.
Se apagan las luces. Todos esperamos los bises. El escenario se llena de llamas y azufre: Suena Highway to Hell. Disfrutar y compartir con tus amigos,sudando,saltando,bailando y gritando delante de Angus,rodeados de 60.000 almas es una experiencia que no tiene precio,es una explosion de adrenalina,una felicidad inmensa,un orgasmo eterno,algo que te dice que vivir ha merecido la pena.


Con los primeros cañonazos del For Those About to Rock ( We Salute You ) nos damos cuenta de que el sueño llega a su fin. Ellos nos saludan,y nosotros les saludamos a ellos.Con la última detonación llega el último salto,el último grito,el último aliento,el último abrazo y la satisfacción por haber vivido algo tan impresionaaaannnnnteeeeeee.
Escalonadamente abandonamos el estadio. Reponemos fuerzas con un perrito caliente de goma y una hamburguesa furgonetera que no está nada mal. Un tipejo ayonkinado quiere cambiarme la camiseta por unos cigarrillos pakistanés. Desiste cuando le propongo cambiársela por sus escasos dientes. Montamos en los autobuses-lanzadera que nos han de transportar desde el Puente de la Barqueta hasta el paseo de La Alameda. Van atestados de gladiadores del rocanrol de todas las edades,pero que comparten algo en común. Estan exaustos y extasiados a partes iguales. Para todos la historia ha vuelto a repetirse: una vez más lo han intentado,pero no han tenido nada que hacer contra Angus. Pero todos sabemos que durante al menos una semana miraremos por encima del hombro a resto del mundo,que para nosotros se habrá dividido entre los que hemos estado en un concierto de AC/DC y los que no tienen ni puta idea.
Pese al cansancio,nos espera otra larga noche de fiesta en Sevilla. Y no será la última,el rock nunca duerme.

PD: Gracias a Sergio Pobo,Fran Navarrete,Javier Roldán ( Patxi ),Diego Hernan Aldonza,Carlicos Lis,Alejandro Monfort y a Pele y a Bilu el haber podido disfrutar de estos maravillosos momentos con vuestra impagable compañia...